El anteproyecto de ley del taxi que la Dirección General de Transportes de la Generalitat ha elaborado ha puesto en pie de guerra no sólo a los taxistas autónomos, el 98% en Barcelona y el 100% en Cataluña, sino también a las administraciones locales, a las que quita competencias, así como a los propios usuarios, conscientes de que la nueva ley va a repercutir directamente en el servicio, cuya calidad bajará de forma drástica.
MIGUEL TOMAS ROMERO|LUIS BERBEL SALCEDO
La Generalitat quiere aplicar al taxi la liberalización más brutal que se ha hecho en el sector en cualquier país desarrollado, léase: la introducción del pluriempleo, el taxi compartido, la creación de empresas, la elección del taxi en las paradas, entre otras. Un sector en el cual el Gobierno catalán, desde que tiene las competencias de Transportes, no ha invertido ni un euro.
La Generalitat quiere aplicar la liberalización más brutal que se ha hecho en cualquier país desarrollado