El pasado 14-N durante la Huelga General, tuve el privilegio de compartir con los iaioflautas la ocupación de una oficina del BBVA en Barcelona.
En primera instancia entramos ocho
iaioflautas, un par de periodistas,
Javier (Javi fue despedido ese día por ejercer su derecho a la huelga) y un servidor. Tras la tensión inicial con el guardia de seguridad, los
iaioflautas impusieron amablemente la calma mientras se enfundaban en sus chalecos amarillos. El director de la oficina nos recibió con fastidio pero sin aparente hostilidad. El grupo de apoyo se acercó a la puerta a presionar, el personal del banco se puso nervioso y, el
iaioflauta Miguel Tomás zanjo la bulla megáfono en mano pidiendo a la gente del exterior tranquilidad, que ya se estaba negociando y que por favor despejaran la entrada. Accedieron entonces al interior de la oficina dos compañeros de la
PAH y 1/2 docena de periodistas. Los
iaioflautas leyeron su
comunicado, después algunos periodistas se marcharon.
Se continuaba negociando, todo estaba tranquilo hasta que el vigilante cerró la puerta con llave dejándonos encerrados. Otra vez tensión. Le exigimos que abriese la puerta inmediatamente si no quería buscarse un problema serio «Esto es un secuestro» le dijeron los
iaioflautas. El director de la oficina le ordenó que abriese la puerta y así lo hizo inmediatamente. Volvió la calma.